Como organizar mis pagos mensuales

✏ Contenidos

CÓMO ORGANIZAR PAGOS MENSUALES

 

Organizar los pagos mensuales suele ser una tarea difícil así que en este artículo te enseñaremos una forma práctica en la que puedes hacerlo.

 

Los pasos que debería seguir para poder organizar tus pagos mensuales son los siguientes:

 

1 Identifica tus gastos recurrentes

 

1.IDENTIFICA GASTOS RECURRENTES

 

 

El primer paso que tienes que seguir para poder organizar tus pagos mensuales, es identificar cuáles son tus gastos recurrentes.

 

Con gastos recurrentes nos referimos a aquellos que llegan cada mes sin importar cual sea, los más comunes son la factura de energía eléctrica, factura de teléfono, comida, hipoteca o alquiler.

 

Una vez los hayas identificado será necesario que realices una tabla de Excel o el programa que prefieras utilizar, incluso con papel y lápiz y los anotes todos.

 

2 Identifica tus gastos anuales

 

2 IDENTIFICA GASTOS ANUALES

 

El segundo paso que deberías realizar es identificar tus gastos anuales.

 

Estos gastos los pagamos una vez al año pero suelen ser de montos más grandes y suponen un esfuerzo considerable.

 

Entre estos datos se pueden encontrar los impuestos, seguros, matrículas a colegios entre otros.

 

Una vez que identifiquemos el monto total de estos gastos pasaremos a dividirlos en 12 por cada uno de los meses.

 

3 Suma tus gastos

 

3 SUMA TUS GASTOS

 

 

El tercer paso vamos a sumar los gastos tanto mensuales como anuales para saber cuál es nuestro costo de vida y qué porcentaje de nuestros ingresos representa.

 

Una vez tengas esto calculado será mucho más simple fijar metas financieras a futuro y ahorrar o invertir según sea el caso.

 

4 Crea un fondo de emergencia 

 

4 CREA UN FONDO DE EMERGENCIA

 

Ahora que ya tienes organizados tus gastos mensuales, es un buen momento para crear un fondo de emergencia.

 

Si bien ya has calculado la mayoría de los gastos que tendrás durante el año, siempre suelen surgir imprevistos.

 

Realizar la reparación de una avería en el automóvil, reparaciones en la casa, algún tratamiento para una enfermedad, o un viaje son gastos que muchas veces son imprevistos pero que forman parte de nuestra vida financiera afectando a nuestro presupuesto.

 

Por eso, es necesario, que tengas esto en cuenta y que en función a tu capacidad de ahorro determine un porcentaje de tus ingresos a generar un fondo de emergencia que te permita cubrir todos tus gastos durante un periodo de al menos seis meses.

 

Así cuando surja algún tipo de imprevisto, siempre tendrás estos fondos para cubrirlo.

 

Es importante que tomes en cuenta que el concepto fundamental de este fondo de emergencia, reside justamente en la palabra emergencia.

 

No debes gastar este fondo para realizar un viaje de placer, comprar ropa nueva, o comprarte el último iPhone.

 

5 Ahorra e invierte

 

5 AHORRA E INVIERTE

 

Una vez que has creado un fondo de emergencia, y ya tienes todos tus gastos cubiertos, llegas a la parte más interesante de todas.

 

Ahora ya puedes comenzar a ahorrar e invertir tu dinero disponiendo libremente aquel dinero que sobra.

 

Puedes gastar un porcentaje para darte tus lujos y gustos disfrutando la vida haciendo lo que te gusta, pero también es sabio ahorrar un porcentaje de este para poder darte este mismo tipo de lujos más adelante o incluso invertir tu dinero y generar ingresos pasivos.

 

Mientras más pronto comiences a invertir más rápido obtendrás tus ganancias, cuando inviertes en algo que te genera ingresos pasivos tienes más tiempo libre o puedes dedicar este dinero a elevar tu nivel de vida.

 

Y con esta reflexión final terminamos este artículo en el que te enseñamos cómo puedes organizar tus pagos mensuales.

 

Si te interesa aprender Invertir puedes visitar los cursos de Invertir Joven en los que puedes profundizar sobre este tema.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Comentarios
Artículos Relacionados
Invertir sin riesgo: Estrategias exitosas

Invertir constituye una vía efectiva para incrementar nuestro capital y materializar nuestros objetivos financieros. No obstante, toda inversión conlleva cierto grado de riesgo, es decir,