Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios es un clásico para todo inversionista escrito por el gran Philip Fisher, descubre cuál es su proceso para evaluar y decidir en qué empresas invertir.
Punto Número 1: la lista de comprobación de 15 puntos de Fisher
El núcleo de cualquier proceso de inversión es la tarea de decidir en qué empresas invertir.
Fisher ha creado una lista de comprobación de 15 casillas y, para ser considerada una gran inversión, una empresa debe marcar la mayoría de ellas.
1. La empresa debe tener servicios y/o productos dirigidos a un mercado en expansión.
Hoy en día, un mercado en expansión sería algo como la energía limpia, la conducción autónoma o tal vez el aprendizaje automático.
2. La dirección debe tener la determinación de desarrollar nuevos productos.
Ningún producto puede tener éxito y seguir siendo el mismo para siempre.
Quizá Coca-Cola no estaría de acuerdo, pero en casi todas las demás industrias es cierto.
3. La investigación y el desarrollo deben ser eficaces.
Fíjese en cuánto ha ganado la empresa en ingresos por cantidad gastada en investigación.
4. Busque empresas con una organización de ventas superior a la media.
Esta es la actividad más básica de cualquier empresa: asegúrese de que se gestiona bien.
5. Elija empresas con un buen margen de beneficios.
Fíjese en cuánto produce cada dólar en ventas en céntimos en beneficios de explotación. Cuanto más alto, mayor será el colchón en los malos tiempos.
6. No sólo quieres márgenes de beneficio impresionantes hoy, sino también elegir una empresa que haga todo lo posible por mantenerlos en el futuro.
Una parte importante de esto es lo eficiente que es la empresa a la hora de reducir sus costes.
7. Busca empresas que traten a sus empleados como seres humanos, no como engranajes de una rueda o ETC en un informe anual.
La mayoría de los inversores subestiman la importancia de unas buenas relaciones laborales.
8. Si la relación con los «blue collars» es importante, la relación de la empresa con su personal ejecutivo es vital.
Estas son las personas que pueden hacer o deshacer cualquier empresa.
9. Le interesa invertir en una empresa cuya gestión sea profunda.
Las empresas unipersonales pueden tener éxito durante un tiempo, pero las organizaciones en las que las personas crecen pueden tener éxito para siempre.
10. Busque empresas con un buen análisis de costes. Sin esto, una empresa no puede saber dónde asignar sus recursos de la forma más eficaz.
Es difícil decidir si las empresas destacan realmente en esta perspectiva, pero es fácil identificar si son deficientes. Evite esto último.
11.La empresa debe ser sobresaliente en comparación con su competencia en aspectos específicos del sector.
En qué debe destacar la empresa difiere de un sector a otro.
Para un minorista, por ejemplo, puede ser cómo gestiona su inventario.
Para una aerolínea, podría ser la eficiencia con la que fijan los precios de cada asiento de avión disponible.
12. Invierta en una empresa con una perspectiva de beneficios a largo plazo.
Algunas empresas generan grandes beneficios hoy a expensas de los beneficios de mañana.
Para el inversor a largo plazo, esto no es deseable.
Una empresa que aspira a obtener beneficios a largo plazo crea relaciones sólidas con sus empleados, sus clientes y sus proveedores.
13. Busque empresas en las que sus acciones corran un bajo riesgo de diluirse en el futuro.
Tales empresas tienen fuertes posiciones de efectivo y/o grandes oportunidades de endeudamiento.
14. Evite las empresas en las que la dirección se jacta de las buenas noticias en cuanto tiene ocasión, pero no revelan las malas hasta que es absolutamente necesario.
15. Invierta sólo en empresas en las que la dirección tenga una integridad incuestionable.
La dirección está mucho más cerca de los activos de la empresa que los inversores y el número de formas en que pueden beneficiarse a costa de los accionistas -es decir, usted y yo- legalmente, son infinitas.
Por lo tanto, este es el único de los 15 puntos que es absoluto. Si no se cumple, no debes invertir.
Punto Número 2: El Método Scuttlebutt.
Después de escuchar estos 15 puntos, probablemente te preguntes esto: ¿Dónde puedo leer todo esto?
Por desgracia, la respuesta es… no puedes.
Sin embargo, puedes encontrar la información que buscas aplicando el método Scuttlebutt.
Scuttlebutt es la técnica de utilizar y hablar con alguien de adentro o relacionado con la empresa para averiguar si la acción es digna de tu dinero o no.
Tales fuentes podrían ser:
1. Proveedores de la empresa
2. Clientes de la empresa
3. Científico investigador dentro del sector específico en el que opera la empresa
4. Asociaciones comerciales
5. Antiguos empleados
Atención. La información de estas personas puede tener un valor inmenso, pero suele estar influida por un poco de negatividad.
Después de todo, hay una razón subyacente por la que su título es «antiguo empleado» en lugar de «empleado».
He aquí otro consejo sobre cómo aplicar un Scuttlebutt:
Ve a cinco empresas del sector que estés investigando. Pregunte a cada una de ellas por los puntos fuertes y débiles de las otras cuatro empresas.
De esta información surgirá una imagen bastante detallada del sector y de la empresa que sería una gran inversión.
Si los competidores hablan de su objetivo de inversión con respeto, e incluso con un poco de miedo, estarán un paso más cerca de encontrar una gran inversión.
He aquí algunas sugerencias sobre cómo puede ponerse en contacto con estas personas:
1. Puede utilizar LinkedIn.
2. Puede utilizar la información de contacto que figura en el sitio web de la empresa.
3. Puedes visitar una tienda. Si la empresa es B2C (de empresa a consumidor).
Punto Número 3: Sabiduría no convencional 1: Los dividendos no importan
Philip Fisher cuestiona muchas de las «verdades» que el público en general ha llegado a aceptar en el campo de la inversión.
Una de estas «verdades» es el exceso de confianza en los dividendos.
Según Fisher, los dividendos son uno de los aspectos menos importantes a la hora de tomar una decisión de inversión.
La única razón por la que una empresa debería pagarte dividendos (suponiendo que usted no esté arruinado y necesite dinero rápido para pagar la compra, por cierto, entonces no deberías poner ese dinero en acciones en primer lugar) es si aumenta el valor para ti como propietario de acciones.
Hay muchas otras cosas valiosas que la empresa podría hacer por sus inversores con el exceso de capital.
En lugar de repartirlo en dividendos, por ejemplo, podría:
- Invertir en una expansión global.
- Gastar capital en I+D, para encontrar nuevos productos lucrativos.
- Aumentar la eficiencia de la producción, reduciendo los costes de producción.
- Hacer más publicidad, consiguiendo más clientes.
- Contratar empleados más competentes.
Punto Número 4: Sabiduría no convencional 2: estás diversificando demasiado.
He aquí otra «verdad» que muchos inversores han llegado a aceptar.
Diversificar, diversificar, diversificar.
La única regla universal que conocen casi todos los inversionistas es la importancia de diversificar.
Sin embargo, Philip Fisher sostiene que la gente insiste demasiado en que «no hay que poner todos los huevos en la misma cesta».
Los HORRORES de lo que podría pasar si no sigues el consejo de diversificar es exagerado para un inversor activo, y el otro extremo no se menciona con suficiente frecuencia.
Si tienes los huevos en demasiadas cestas muchos de ellos acabarán en otras bastante mediocres o poco atractivas, y nunca podrás vigilarlas con atención.
Punto Número 5: pescar en el estanque adecuado. Tantas oportunidades y tan poco tiempo.
Evaluar cualquier oportunidad de inversión requiere una cantidad de trabajo considerable.
Evaluar los 15 puntos de Fisher para todas las empresas del mundo que cotizan en bolsa sería una auténtica locura.
Dedicarías demasiado tiempo a investigar casos que podrías haber descartado mucho antes.
Por lo tanto, necesita un proceso que pueda separar rápidamente a los ganadores de los perdedores.
Tienes que saber que estás pescando en el estanque adecuado. En inversión, este proceso se denomina «screening».
Para ganar mucho dinero con las inversiones, no es necesario obtener una respuesta a cada inversión que se pueda considerar.
Lo que sí es necesario es obtener la respuesta correcta en una gran proporción de las poquísimas veces que se realizan compras reales.
Así es como Fisher enfoca el proceso de selección de valores.
En primer lugar, habla con personas del sector de la inversión. Él considerará alrededor de 250 empresas de diversas fuentes de personas en las que confía en la industria.
Para el inversor medio, puede que aún no tenga tales conexiones. Pero hoy en día existe otra solución.
Existen muchas plataformas sociales de inversión, como Seeking Alpha o Etoro.
Siga a las personas que le parezcan dignas de confianza en estas plataformas y deje que le ayuden durante la parte inicial del proceso de selección.
Después de esto, Fisher pretende transformar la lista de 250 empresas a aproximadamente 50.
En esta fase, aún no hará una inmersión profunda, pero echará un vistazo al balance, mirará el desglose de las ventas totales por líneas de productos, los márgenes de beneficio y la competencia.
Por fin estamos listos para el «Scuttlebutt». De 50 empresas sólo sobrevivirán 2 ó 3.
Sí, ¡así de difícil es marcar las 15 casillas de Fisher!