Bienes raíces o acciones: ¿Cuál es más rentable?

ACCIONES O BIENES RAICES

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¿Cuál de las dos opciones es más rentable? ¿Cuál es más segura? Entra y descubre si te conviene invertir en bienes raíces o acciones

Por lo general, realizar inversiones en bienes raíces genera un beneficio apenas superior al de la inflación, sin embargo desde aproximadamente el año 1990 y 2007, en un período llamado Gran Moderación, los rendimientos de esta inversión han rivalizado con los rendimientos obtenidos en la bolsa de valores.

El mercado de valores ha producido constantemente más auges y caídas que el mercado de la vivienda, pero también ha tenido mejores rendimientos generales.

Para poder comparar de la mejor manera el rendimiento de estas dos inversiones es necesario que escojamos un periodo en particular.

Por ejemplo si tomamos como referencia el periodo de 1992 a 2022, el precio de las viviendas en EEUU se han incrementado en un promedio anualizado un 5,3%, mientras que el índice del SP500 rindió un 9,65% y el dow jones un 5,56%.

De esta forma, tomando estos datos como referencia, durante estos periodos el precio de las acciones ha superado el rendimiento obtenido por inversiones inmobiliarias.

Diferencias entre invertir en acciones y en bienes raíces

Riesgo/Volatilidad

Una de las principales diferencias entre estos dos tipos de inversión es el riesgo.

Ya que si sacamos de la ecuación a la crisis inmobiliaria de las hipotecas del año 2008, las inversiones en bienes raíces suelen ser mucho menos volátiles.

Por otro lado, al invertir en acciones nos enfrentamos a una mayor volatilidad de mercado y el momento en el que compramos pasa a ser mucho más importante.

Ventajas fiscales

Al invertir en bienes raíces podemos, según el país en el que nos encontremos, tener algunas ventajas fiscales.

En cambio, al invertir en acciones por lo general deberemos pagar impuestos por sobre las ganancias que generemos, y en la mayoría de los casos serán más elevados a los que tendremos que pagar por tener una propiedad.

Este factor, sin embargo, varía según el país donde realicemos la inversión, o incluso el estado o región.

Por lo que el factor impositivo deberá ser una cuestión a tener en cuenta al momento de escoger entre una u otra.

Liquidez

Al comprar una casa quedamos atados a un bien físico y dependemos del estado de la oferta y demanda en ese determinado momento en el caso en que queramos venderla.

Y al vender una casa en muchas ocasiones deberemos aguardar un buen tiempo hasta conseguir un comprador.

En cambio, las acciones de una empresa sólo representan la propiedad de una parte de la misma y la liquidez en la bolsa de valores suele ser mucho superior, por lo que es mucho más fácil hacernos de efectivo con esta inversión.

Depreciación y Valor

Por un lado, las casas si no son modificadas, el desgaste natural hace que se deprecian con el paso del tiempo, y la plusvalía sólo la obtendremos si hay una creciente demanda en ese mercado en particular.

En cambio, al invertir en acciones de una empresa, la misma produce valor todos los días y crece sirviendo con bienes o servicios a la población, por lo cual sería natural que su valor crezca con el pasar del tiempo.

¿Qué sucede con el mercado de la vivienda cuando se desploma la bolsa de valores?

Las consecuencias de una caída del mercado de valores en el mercado de los bienes raíces pueden ser variadas, dependiendo de la escala y duración de la caída.

En algunos casos, la caída de las acciones puede traer más dinero al mercado inmobiliario, ya que los inversores se mueven hacia activos menos riesgosos, como los bienes raíces y títulos de deuda del tesoro nacional.

Sin embargo, si la caída es prolongada los precios de inmobiliarios muy probablemente también saldrán perjudicados, ya que los ingresos caen por la desocupación y los bancos son más cautelosos al otorgar créditos para la vivienda.

Conclusión

Como conclusión general podemos determinar que es más rentable invertir en acciones, sin embargo, tenemos que tener en cuenta que nos exponemos a un mayor riesgo debido a su alta volatilidad en comparación con los precios de las viviendas que son más estables.

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