Invertir en bienes raíces no es tarea sencilla, descubre algunos de los hábitos que tienen los inversores exitosos en este sector y que pueden ayudarte a progresar.
1. Hacer un plan
Los inversores inmobiliarios tienen que abordar sus actividades como un profesional de los negocios para establecer y alcanzar objetivos a corto y largo plazo.
Es una buena idea elaborar un plan de negocios, ya que también te permite visualizar el panorama general, lo que te ayuda a mantenerte enfocado en los objetivos importantes en lugar de contratiempos menores.
La inversión en bienes raíces puede ser complicada y exigente, y un plan sólido puede mantenerte organizado y enfocado.
El plan incluiría los desembolsos estimados y las entradas de efectivo de los alquileres, cuántas unidades poseer, cuándo renovar o actualizar las unidades, cambios demográficos y cualquier otra cosa que pueda afectar su inversión con el tiempo.
2. Conoce el Mercado
Los inversionistas inmobiliarios efectivos adquieren un conocimiento acabado de los mercados en los que buscan invertir.
Limitarte a una región geográfica en particular y enfocarse en un tipo de propiedad ya sea, residencial y comercial puede hacer que te conviertas en un experto en identificar oportunidades en tu sector del mercado.
Mantenerte al tanto de las tendencias actuales, incluidos los cambios en los hábitos de gasto de los consumidores, las tasas hipotecarias y la tasa de desempleo, por nombrar algunas, te permite reconocer las condiciones actuales y planificar el futuro.
3. Desarrolla un nicho
Muy relacionado con el hábito anterior está el de desarrollar tu actividad alrededor de un nicho concreto, en el que puedas especializarte y convertirte en un experto.
Tomarte el tiempo de construir un alto nivel de comprensión de un área específica es parte integral del éxito a largo plazo.
Una vez que se domina un mercado en particular, puedes pasar a áreas adicionales utilizando el mismo enfoque en profundidad.
Algunos ejemplos de nichos pueden ser residenciales de alto nivel, viviendas de unidades múltiples para personas de bajos ingresos o rehabilitaciones de granjas rurales.
4. Fomenta las referencias
Las referencias generan una parte considerable del negocio de un inversor de bienes raíces, por lo que es fundamental que como tal trates a los demás con respeto.
Esto incluye socios comerciales, asociados, clientes, inquilinos y cualquier persona con la que tengas una relación comercial.
Los inversores inmobiliarios exitosos prestan atención a los detalles, escuchan y responden a las quejas y preocupaciones, y representan su negocio de manera positiva y profesional.
Esto construye el tipo de reputación que hace que otros se interesen en trabajar contigo.
5. Mantente informado
Como con cualquier negocio, es imperativo mantenerse actualizado con las leyes, regulaciones, terminología y tendencias que forman la base del negocio del inversionista inmobiliario.
Los inversores que se atrasan corren el riesgo no solo de perder impulso en sus negocios, sino también de ramificaciones legales si se ignoran o se infringen las leyes.
Los inversionistas inmobiliarios exitosos se mantienen informados y se adaptan a cualquier cambio regulatorio o tendencia económica.
6. No trabajes solo
Aprender el negocio de la inversión en bienes raíces es un desafío para alguien que intenta hacer las cosas por su cuenta.
Los inversionistas inmobiliarios efectivos a menudo atribuyen parte de su éxito a otros, ya sea un mentor, un abogado o un amigo solidario.
Es fundamental contar con el apoyo de contadores, abogados, arquitectos, ingenieros, que puedan suplir aquellos campos en los que nosotros no somos expertos y de esta forma reducir nuestros riesgos aumentando los posibles beneficios.
Así no gastamos tiempo y dinero en resolver problemas para los cuales no estamos capacitados para enfocarnos en la parte que conocemos del negocio.
7. Construye una red
Una red profesional puede proporcionar un apoyo importante y crear oportunidades tanto para inversores inmobiliarios nuevos como experimentados.
Este tipo de grupo, compuesto por un mentor bien elegido, socios comerciales, clientes o miembros de una organización sin fines de lucro, permite que los inversores se desafíen y se apoyen mutuamente.